Sin embargo, desde CAAD, como expertos que somos en retail design y visual merchandising, queremos arrojar algo de luz, nunca mejor dicho, sobre este tema, poner en valor la importancia de la luz.
Y, por supuesto, ofrecerte algunos consejos para un perfecto diseño de iluminación en tienda. Empezaremos este artículo con un dato muy significativo. Según datos de la consultora Kissmetrics, cuando ponemos la vista sobre un objeto, entre el 60 y el 90% de la información que nos llega los primeros 90 segundos está relacionada con el color.
¿Por qué este dato es importante? Porque los colores provocan estímulos que pueden ir desde la alegría a la tristeza o la ilusión y la fantasía y, por lo tanto, pueden llegar a condicionar nuestra experiencia de compra. En una tienda con tonos oscuros, sombría, donde nos cueste incluso percibir los detalles del producto… nos costará más comprar que en una con mucha luz, colores vivos y donde al probarnos el producto, la luz resalte nuestra figura y nos veamos mejor que incluso en el espejo de casa.
La vista es nuestro sentido más fundamental porque nos permite realizar gran parte de nuestras actividades del día a día. También comprar. El primer contacto entre un establecimiento y el consumidor se produce a través de la vista. Por eso, al igual que sucede en muchos ámbitos de nuestras vidas, mal que nos pese, la primera impresión es muy importante. En este sentido, una buena iluminación mejora tanto el diseño como el ambiente de nuestra tienda.
Pero… ¿qué necesitamos para un perfecto diseño de iluminación en tiendas? En primer lugar, tenemos que ser conscientes del rol que desempeña la luz en nuestro negocio, conocer los diferentes tipos de luces y su funcionalidad, los aspectos técnicos, etc… Una vez tengamos este bagaje en relación al diseño de iluminación en tiendas, llegará el momento de ponerlo en práctica aplicando la teoría al diseño de la luz en nuestra tienda. Así que… ¿empezamos?
La iluminación en tienda tiene una funcionalidad muy estratégica y va más allá de simplemente iluminar el exterior y el interior del establecimiento
¿Por qué es importante un óptimo diseño de la iluminación en tienda?
Una mala iluminación de un establecimiento puede perjudicar las ventas. Es así de sencillo y real. Una luz óptima va mucho más allá de iluminar el producto. La iluminación está muy relacionada con dos aspectos fundamentales:
1. El producto que vendemos.
No es lo mismo vender joyas que zapatos, ¿verdad? Si el producto cambia, el ambiente y la luz que necesita… también.
2. Lo que queremos transmitir a los consumidores.
Para una atmósfera más íntima necesitaremos una luz más tenue mientras que si buscamos crear un entorno minimalista, que transmita naturalidad y calma deberemos apostar por la luz natural.
La iluminación también nos sirve como reclamo para atraer al cliente a nuestro escaparate o para destacar un artículo respecto al resto. Por ejemplo, un escaparate oscuro o con muchos reflejos dificultará que el consumidor pueda ver con claridad el producto y probablemente no cruce la tienda para entrar a comprar. Y cuando queremos realzar un producto, no basta con colocarlo por encima de los demás, la iluminación correcta ayudará a que resalte mucho más y llame la atención del cliente.
En definitiva, la iluminación en tienda tiene una funcionalidad muy estratégica y va más allá de simplemente iluminar el exterior y el interior del establecimiento.
Tipos de luz
Como decíamos, existen varios tipos de luz y escogeremos una u otra en función del tipo de producto, las necesidades del establecimiento, lo que queramos transmitir con nuestro diseño, el rendimiento y consumo, las horas de apertura del establecimiento, etc.
En este contexto, es evidente que la luz no es siempre la misma, por lo tanto, empecemos por el conocimiento más técnico, los tipos de luz que existen y los más comunes a nivel comercial.
Luz natural
Tal y como su propio nombre indica, proviene de la naturaleza, del sol. Es muy importante tenerla en cuenta en el diseño de la iluminación de nuestra tienda principalmente por un motivo: nunca es igual y varía a medida que pasan las horas del día.
Luz artificial
Creada por los humanos mediante el uso de lámparas, bombillas, etc es la que podemos manipular según nuestras necesidades u objetivos.
Existen diversos tipos de luz artificial:
Halógena
Ayuda a resaltar los detalles y resaltar objetos. Aunque se puede regular la intensidad, pierde potencia lumínica con el paso del tiempo.
Halógena metálica
Es una luz brillante pero que respeta el color natural de los objetos, sin alterarlos. Su uso es común en las exposiciones de producto.
Fluorescente
Con un consumo reducido y poco rendimiento, es la más habitual en oficinas y espacios donde se necesita luz durante muchas horas.
LED
La luz del presente y del futuro principalmente por su eficacia y rendimiento. Hoy en día es el tipo de luz que permite un bajo consumo a la vez que una alta eficiencia. Además, no desprende casi calor residual. Aunque su precio es más elevado, a largo plazo es más rentable.
Una vez que hemos escogido el tipo de luz que queremos usar, también hay que valorar otros aspectos técnicos como el tipo de bombilla, la temperatura, la potencia, los transformadores, las diferentes opciones de colocación, …
Una iluminación para cada zona de la tienda
En cada establecimiento existen diferentes espacios: los probadores, las cajas, expositores y estantes, mesas centrales, el escaparate,… En este sentido, aunque el diseño de iluminación de una tienda se realiza en consonancia, cada zona individual necesita su propia luz, en función del objetivo de la misma.
Fachada y escaparate
Es el primer punto de contacto con el cliente. La primera impresión que les provoque determinará que entre en el establecimiento o pase de largo. En los escaparates lo más habitual es usar focos y carriles de focos para destacar la forma y textura de los productos expuestos. Para crear diferentes atmósferas se usan reguladores de intensidad.
Estanterías
Una vez en tienda, es de vital importancia dirigir la atención del cliente a los productos de las estanterías y expositores. Por lo tanto, es una de las zonas de tienda donde la iluminación es más relevante y debe ser de gran calidad. Para estanterías lo más recomendable es usar lámparas LED de luz blanca y con brillo.
Probadores
Es un espacio decisivo para la compra por lo que la luz debe ser favorecedora. Para ello, se utilizan luces en los laterales de los espejos. Este tipo de luz ayuda a reducir las sombras que provocan los focos superiores. También se recomienda que sea una luz cálida, más cómoda. Y, si queremos ahorrar energía se pueden aplicar sensores de movimiento para que la luz solo se encienda cuando alguien esté en el interior del probador.
Cajas
Se recomienda una iluminación dinámica para hacer más agradable la espera.
Un ejemplo de óptimo diseño de iluminación en tienda es Mercadona. Todos sus establecimientos utilizan la iluminación para ser más eficientes. Para ello, ha implantado una metodología lumínica de “Tienda por Ambientes” de forma que cada espacio tiene un diseño e iluminación propios. Además, todas las luces son de bajo consumo y se controlan mediante un sistema de temporizadores y detectores de presencia a fin de promover el ahorro energético.
En definitiva, la iluminación comercial tienen un rol estratégico en los negocios. Un perfecto diseño de iluminación en tienda nos ayudará a influir en el estado de ánimo de los clientes, crear un ambiente único y resaltar unos productos respecto a otros y, por ende, se convierte en un elemento más a tener en cuenta para el buen funcionamiento del negocio.
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